09 septiembre 2008

♫♪Bomba-Bomba-Gay♪♫

(Dibujo de Jhonny Henao)

El laboratorio de investigaciones Wright de la fuerza aérea de los Estados Unidos inició en los noventas -quizás antes- una investigación sobre armas bioquímicas no letales con las que pretendían conseguir:

1) Atraer ciertas criaturas hacia el enemigo y con ello obstaculizarlo.
2) Marcar a los enemigos temporalmente para que sean fácilmente identificables (¿dónde están los chicos malos?).
3) "Afectar el comportamiento humano de tal manera que se vea adversamente afectada la disciplina y la moral [!] de las unidades del enemigo".

El ejemplo estrella de la tercera categoría consistía en crear "fuertes afrodisiacos, especialmente si el químico también produce comportamientos homosexuales". En pocas palabras, estaban investigando oficialmente cómo hacer una "bomba gay": un gas que incrementara fuertemente el deseo sexual de los hombres atacados hacia los individuos de su propio sexo. Planeaban que se pudiera utilizar a través de bombas ¨-para ataques masivos- o roceadores "sprays" -para ataques particulares.

La organización sunshine, que luchaba firmemente contra el desarrollo de armas bioquímicas, descubrió, divulgó y criticó este proyecto. Sunshine aportó como prueba el borrador del proyecto, titulado "Harassing, Annoying, and 'Bad Guy' Identifying Chemicals". El proyecto ganó en el 2006 el "ig Nobel Prize" -otorgado a investigaciones improbables que al principio hacen reir, pero luego ponen a pensar- en la categoría de "Paz".

Después de que público proyecto, el pentágono ordenó cerrarlo. También debido a las constantes censuras y presiones del gobierno, sunshine dejó de operar el primero de febrero de este año (2008).

Con los actuales desarrollos biotecnológicos, cualquiera que esté desarrollando ese tipo de armas supuestamente "no-letales" tendría muchas posibilidades de triunfar. Los "afrodisiacos" por fin empiezan a ser efectivos -para alegría de las empresas de perfumes a las que contribuyen Lucía Mendez y Natalia Paris. La bremelanotida, por ejemplo, empezó su fase de experimentación clínica en agosto de 2008. Esta substancia aumenta el deseo sexual de las personas actuando directamente sobre el sistema nervioso, no sobre el sistema circulatorio, como lo hacen los medicamente similares al viagra. Pero esa no es la única innovación de la bremelanotida: hay que resaltar que esta substancia se puede distribuir nasalmente -entre otras maneras- (el proyecto está siendo desarrollado por Palatin Technologies Inc, quienes también son dueños de la patente).

(¿Se imagina usted un ataque masivo con bremelanotida?)

Un par de ideas provenientes de la cultura griega clásica podrían poner en dificultades un proyecto militar como el que estaba desarrollando el laboratio Wright. En primer lugar, hay que considerar que antiguos guerreros, como los espartanos, eran homosexuales: el deseo alimentaba su ferocidad y por eso solían organizarse por parejas en la guerra. Leónidas era un enemigo temible porque peleaba al lado de su amado. Una "bomba gay" podría, entonces, volver más feroces a los enemigos (el mismo concepto de "gay", que significa "contento", resulta de una visión muy sesgada de lo que es la diversidad homosexual).

Por otro lado, en Lisístrata, comedia de Aristófanes, el autor propone que el aumento en el deseo sexual de los hombres en guerra puede ser la mejor manera de obligarlos a firmar la paz. Lisístrata es la líder de un grupo de mujeres que establecen una huelga sexual para que sus esposos dejen de pelear con otros hombres. A propósito, hace un par de años en Pereira, Colombia, las novias de varios pandilleros se unieron para hacer una "huelga de piernas cruzadas", la cual -tengo entendido- tuvo buenos resultados durante los pocos días que duró.

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